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Al final del juego, solo quedan unas pocas piezas en el tablero y cada pieza se vuelve cada vez más importante. La cervecería estonia Lehe y St. Erhard de Bamberg han elaborado un vino de cebada ligeramente diferente y merece la pena verlo. El uso de un solo tipo de lúpulo y una selección minimalista de malta de cebada confieren a este vino de cebada un perfil muy especial: aromas de frutos secos y caramelo llenan la nariz y también se acentúan bien en el perfil gustativo gracias a la frescura perfectamente adaptada. Agradablemente dulce y fuerte en el final, el final del juego entre Lehe y St. Erhard definitivamente deja una impresión duradera y te deja con ganas de más.
Podéis saber más sobre la final en el vídeo de Tarmo:
Agua, malta de cebada , lúpulo, levadura.