cervezas belgas

Los estilos de cerveza belga son más populares que nunca. Sin embargo, no se puede hablar del estilo de cerveza “cerveza belga” porque hay una gran cantidad de estilos de cerveza diferentes en Bélgica.

El término “cervezas belgas” incluye los siguientes estilos de cerveza: Kriek (Lindemans - Kriek) , Lambic, Gueuze (Lindemans - Gueze) , Dubbel, Trippel, Quadrupel (La Trappe - Quadruppel) , etc.

La cultura cervecera belga se caracteriza en gran medida por los contrastes entre experimentación y tradición. Es común la experimentación con frutas, crianza en barrica y tipos especiales de fermentación.

Una lambic, por ejemplo, es un estilo de cerveza en el que la fermentación comienza en el proceso de elaboración mediante fermentación espontánea (cepas de levadura silvestres, bacterias del ácido láctico, etc. en el aire). Esto crea un sabor a cerveza ligeramente amargo. Bruselas es probablemente la región más conocida e importante en este sentido.

Las Krieks son cervezas que se caracterizan por el uso de frutas en el proceso de elaboración.

Una Gueze es también un estilo de cerveza belga en el que el afán experimental es claramente evidente. Aquí se utiliza el “méthode champenoise” (método de mezcla), en el que se mezclan cervezas Lambic más viejas y más jóvenes.

Sin embargo, no hay que olvidar la larga tradición de las cervezas belgas. Desde hace varios siglos, los monjes de los monasterios trapenses elaboran su famosa cerveza trapense. Sólo las cervezas que siguen estrictas directrices pueden llevar el logotipo de calidad "Auténtico producto trapense". Actualmente sólo hay 12 cervecerías trapenses a las que oficialmente se les permite llamar a su cerveza cerveza trapense. Entre ellas se incluyen las cervecerías Chimay , La Trappe Trappiste , Brasserie Rochefort , Westmalle, Westvleteren y Orval.

En general, las cervezas belgas se caracterizan por su alto contenido alcohólico. Dado que una ley anterior prohibía servir bebidas espirituosas, se elaboraban cervezas con un alto contenido de alcohol para eludir la ley y reemplazar las bebidas espirituosas.

Desde 2016, la cerveza belga incluso figura como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO .