El polvo es un tema controvertido para muchas personas. Se acumula en grupos antiestéticos debajo de los muebles y en los rincones de la casa, cubre las superficies con una capa finísima, nos hace estornudar y flota en el aire como nieve fresca al exponerse a la luz. Provoca alergias, se combina con la grasa de la cocina para formar una masa resistente y difícil de limpiar de los azulejos y la campana extractora, obliga a usar mascarilla al serrar y lijar, y, si se levanta bruscamente, a veces incluso activa la alarma de incendios. El polvo está compuesto de pequeñas partículas sólidas compuestas de todo tipo de sustancias desagradables, como escamas de piel humana o polen, y es una tarea titánica de la que es imposible escapar.
La cervecería Moon Lark demuestra que el polvo también puede ser placentero. Su última creación, llamada Dust, no es una molestia omnipresente, sino una American Rye Pale Ale absolutamente deliciosa.
Esta cerveza, densamente turbia, jugosa y aterciopelada, se elabora a partir de centeno robusto y lupulada en frío con lúpulos Centennial, Mosaic y Sabro. Una rica base de grano con sabor a pan recién horneado se complementa con un aroma a lúpulo que combina cáscara de cítricos, pomelo, mandarina, resina de pino y albaricoque con un amargor sutilmente equilibrado.
Agua, malta de cebada, malta de centeno, copos de centeno , lúpulo