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Todos los gatos son negros por la noche. ¿Esto también se aplica a la cerveza?
Esta cerveza oscura de fermentación baja lleva el nombre de un conocido gato negro. El simpático animal fue escrito por un escritor checo e hizo bailar a ratones y marionetas en un popular espectáculo infantil.
Mikeš fluye en la copa con un tono caoba oscuro y profundo y forma una espuma fina y cremosa. De la espuma ligeramente teñida surgen tentadores aromas de malta tostada, caramelo suave, miel de flores cremosa y hierba recién cortada. Un toque de chocolate y el aroma otoñal de manzanas maduras complementan los aromas. En el paladar, Mikeš tiene un sabor a malta: hermosas notas tostadas se combinan con café recién hecho, chocolate que se derrite en la boca y caramelo cremoso en la lengua. Una carbonatación suave y una sensación en boca aterciopelada y suave hacen de esta cerveza oscura un verdadero placer. El final es lupulado, herbáceo y maravillosamente amargo.
Mikeš es el acompañamiento perfecto para un menú abundante. Recomendamos como entrante un carpaccio de ternera finamente cortado con rúcula a la nuez, virutas de parmesano rallado y una vinagreta a base de un buen aceite de oliva, pimienta negra recién molida y un chorrito de zumo de limón. El plato principal incluye pechuga de pollo rellena de queso de cabra y verduras asadas con tomillo fresco, ajo y sal marina. Mikeš completa la comida a la perfección maridando la cerveza con un pastel de chocolate casero con caramelo salado y peras escalfadas en vino blanco. ¡Un festín para los sentidos!
Agua, malta de cebada , lúpulo, levadura.