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La Pils es un clásico que se elabora desde mediados del siglo XIX y se disfruta en todo el mundo. En muchas zonas de Alemania, la Pilsner sigue siendo la cerveza de mayor producción y la favorita de muchos. Podemos comprender el entusiasmo por esta bebida ácida, amarga y seca, aunque las innumerables creaciones del movimiento de la cerveza artesanal siempre nos atraen en otras direcciones. Pero si elegimos una Pilsner, nos decantaremos por una de las cervezas de la cervecería privada Trumer. El equipo austriaco es uno de los principales expertos en Pilsner y ofrece una amplia gama de interpretaciones diferentes de la cerveza tradicional.
El buque insignia de la gama es la Trumer Pils. La cerveza tiene un contenido de alcohol del 4,9% y se elabora de acuerdo con la Ley de Pureza de Baviera. A diferencia de muchas cervecerías, Trumer sólo utiliza lúpulo natural. La cerveza se fermenta en tinas abiertas y madura en paz para crear un placer ligero que nos cautiva por su elegancia y su carácter particularmente seco.
Este manjar galardonado brilla en la copa con un soleado tono dorado y tiene una magnífica espuma en el cuerpo cristalino. Las notas florales de lúpulo dominan el aroma y el sabor y, además del aroma, también aportan un amargor sencillo y limpio. Un chispeante dióxido de carbono completa el placer.
Agua, malta de cebada , lúpulo, levadura.