La albahaca es una especia que se encuentra en muchas formas diferentes en Europa y Asia. No se sabe con exactitud dónde se originó, pero existen teorías que la sitúan en el noroeste de la India. Esta planta aromática probablemente llegó a Alemania ya en el siglo XII. Desde entonces, se ha utilizado en la cocina europea, pero principalmente en la mediterránea, aportando a los platos un toque intenso. Nos encanta la clásica combinación de tomate, mozzarella y albahaca; la usamos para acompañar pizzas, preparar pesto y, si nos sentimos aventureros, para realzar nuestras ensaladas de frutas, limonadas y postres. Las fresas, en particular, combinan de maravilla con esta hierba. ¿Pero cerveza y albahaca? A primera vista, puede que no parezca la combinación ideal, pero gracias a la experiencia y habilidad de Ulrike Genz, esta combinación poco convencional es todo un éxito.
La maestra cervecera de la capital se dedica a la creación y perfeccionamiento de la Berliner Weisse, y nos trae una gama que muestra este estilo en todo su esplendor. Ulrike combina la Berliner Weisse con flores, frutas y hierbas, y recientemente recurrió a la albahaca para crear otro delicioso ejemplo de su arte.
El Basil White es una bebida opaca de color dorado miel que ofrece una acidez afrutada, notas florales y una frescura ácida con un distintivo toque de albahaca. ¡Única!
Agua, malta de trigo, malta de cebada , lúpulo, flor de saúco, bacterias de ácido láctico, levadura, albahaca.