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Un viejo refrán islandés dice: “Es mejor valerse por uno mismo que por el de otra persona”.
La cervecería islandesa Einstök se ha tomado muy en serio este lema y elabora auténtica cerveza islandesa para los islandeses. Einstök, que significa “única” o “única” en lengua islandesa, es actualmente la microcervecería más conocida que también ofrece sus productos más allá de las fronteras geográficas de la isla volcánica.
Cada invierno, el vikingo que adorna la etiqueta de todas las cervezas Einstök está adornado con una nariz roja y magníficas astas de reno. Esto convierte al por lo demás venerable guerrero en una dulce parodia del reno Rodolfo. Pero eso no es lo único que hacen los islandeses para entrar en ambiente festivo. El Doppelbock islandés también se lanza como decoración festiva.
Esta cerveza de invierno clara, de color espresso, tiene una espuma maravillosamente cremosa y definitivamente no es la cerveza navideña dulce con canela y cargada de especias que podrías esperar. El intenso aroma a malta tostada y las finas notas de chocolate y caramelo subrayan el fuerte carácter del Doppelbock. El sabor inicial es relativamente suave. Los finos aromas de caramelo y café se combinan rápidamente con el fuerte cuerpo del Doppelbock islandés sin provocar ninguna falta de armonía. El final largo y maduro te hace querer pasar las duras tardes de invierno frente a la cálida chimenea. ¡Con esta exitosa cerveza de invierno ya no podemos esperar a que llegue la estación fría!
Agua islandesa, malta de cebada , lúpulo, levadura.