Los milagros vienen en todas las formas y tamaños. Hay versiones tangibles, como las Siete Maravillas del Mundo, que son magníficas en su forma y conocidas en todo el planeta, pero también hay versiones diminutas. Puede parecer un milagro cuando tu bebé duerme del tirón por primera vez después de largos meses sin dormir, cuando encuentras dinero en la acera, cuando ves el primer azafrán asomar entre la nieve en un enero particularmente gélido, cuando se te rompe el tacón justo afuera de la zapatería o cuando experimentas una curación repentina después de una enfermedad grave. Los milagros pueden ser fenómenos religiosos, pero también fenómenos completamente mundanos; la palabra puede significar algo diferente para cada persona.
La cervecería Moon Lark de Polonia tiene su propia cerveza milagrosa: Wonder, una Hořký Ležák, una clásica pilsner checa. Comparada con las versiones alemanas, esta versión original del estilo es más redonda, suave y con un amargor más persistente, ofreciendo un aroma a malta pleno, dulce y con cuerpo, junto con delicadas notas herbales y florales. Tiene una carbonatación suave y es muy fácil de beber gracias a su textura sedosa y su carácter armonioso.
La maravilla se desborda en el vaso con un dorado viejo ligeramente turbio, formando una espuma beige cremosa y de poros finos. La cerveza huele y sabe a hierbas de la pradera, lúpulo floral y pan recién horneado. Un amargor robusto completa la experiencia.
Agua, malta de cebada , lúpulo.