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El sello de cera de color lavanda se rompe con un fuerte crujido, abres la tapa con un movimiento fluido de tu muñeca y una delicada nube de aroma se eleva desde el delgado cuello de la botella. El bouquet olfativo de frutos secos, roble empapado en vino y pastel de pasas recién horneado se riza en la nariz y se vuelve más fuerte cuando se vierte el fino vino en la copa. Tus ojos se hunden en la profunda caoba, el delicado borde de la espuma marrón avellana te tienta a tomar el primer sorbo. La cerveza se extiende aterciopelada en la lengua y atrapa las notas gustativas con aromas con mucho cuerpo y un suave cosquilleo de dióxido de carbono. Una cornucopia de suaves notas de malta se despliega con amplios aromas de caramelo, galletas y tostados. Los toques de pasas empapadas en ron, madera de roble, frutos secos y vino de Oporto de color rojo intenso subrayan el juego de aromas, mientras que el brillante contenido de alcohol del 9,7% garantiza una agradable calidez que se extiende por el cuerpo y el alma. Un final amargo corona el disfrute de la cerveza y te deja con ganas de más.
Podría verse así cuando pruebes Quad Particle Tawny Port BA de Anderson’s. El Quadrupel, de inspiración belga, se envejece en barricas de vino de Oporto y ofrece una maravillosa variedad de aromas complejos. La interpretación estonia del clásico belga no tiene nada que envidiar al original y es la cerveza perfecta para momentos especiales.
Agua, malta de cebada , lúpulo.