La mesa está ricamente servida: una canasta de pretzels recién horneados y fragantes está lista, junto a ella un recipiente de cerámica con mostaza dulce, mantequilla fina, perejil recién picado y en el medio una terrina de salchichas blancas humeantes. ¿Qué está faltando? ¡Cerveza de trigo!
Si pudiéramos recomendar una bebida para este escenario y otras situaciones en las que tienes una sed intensa de cerveza, recomendaríamos Eschenbacher Weissbier. El clásico de la cervecería privada Eschenbach ya es un éxito por sí solo, pero combinado con un abundante desayuno de salchichas blancas, esta cerveza de trigo es un verdadero éxito.
El brebaje artesanal fluye hacia el vaso en un brillante color dorado cobrizo. Una majestuosa corona de espuma cremosa y de color blanquecino reposa sobre su cabeza y su cuerpo está atravesado por espesos velos de levadura. Además de su atractivo aspecto, un intenso aroma a pan de plátano recién hecho, clavo de olor picante y granos madurados al sol te incitan a tomar un sorbo. La prueba de sabor revela una cerveza aterciopelada y suave con un aroma fino: plátano maduro se combina con especias cálidas, malta robusta, un toque de crema y una agradable frescura en el paladar. El trigo impresiona por su elegante ligereza y no es tan pesado como algunos de sus colegas. Si quieres probar algo diferente a la clásica salchicha blanca, debes combinar esta delicia con un sándwich mediterráneo: un panini con pesto, tomate, mozzarella, rúcula y un chorrito de vinagre balsámico combina sorprendentemente bien con la Eschenbacher Weissbier.