El chico guapo que aparece en la etiqueta de esta cerveza es el propio Francisco José. No Franz Josef Strauss ni Franz Joseph I de Sissi, sino Franz Josef de Eltmann. A pesar de su carrera apolítica y de su origen no aristocrático, existen numerosos mitos y leyendas en torno al homónimo de esta creación.
Si uno cree en las historias que hasta el día de hoy los habitantes de Eltmann se cuentan a puerta cerrada, Francisco José fue un verdadero placer para la vista. Como hijo mayor y heredero del maestro cervecero de la cervecería local, ya gozaba de una buena reputación, pero su atractivo y su actividad en el club de tiro local lo convertían en un candidato especialmente solicitado. Como joven ambicioso, naturalmente quería convertirse en un rey del tiro, pero este puesto estuvo ocupado durante mucho tiempo. Cuando murió el granjero, que año tras año era el rey del tiro, Francisco José vio su oportunidad y probó suerte en el siguiente festival de tiro. El destino y el hecho de que el ganador tradicionalmente daba una o dos rondas a todo el público favorecieron a Franz Josef y fue elegido como el próximo rey del tiro.
Hasta el día de hoy, la Helle bávara de la cervecería privada Eschenbach lleva en su honor el nombre de Franz Josef. El homenaje cervecero al hermoso rey cazador es una bebida bebible que atrapa el paladar con un sabor robusto, lúpulos suaves y un carácter delicadamente equilibrado.
Agua, malta de cebada , lúpulo.