Alemania alberga algunas de las cervecerías más antiguas de Europa, que han producido la mejor cebada durante siglos. Algunas de ellas aún están dirigidas por descendientes de las familias fundadoras. Una de estas venerables cervecerías es la Cervecería Fürst Wallerstein, documentada por primera vez en 1598.
La empresa cuenta con el respaldo de la familia principesca de Oettingen-Wallerstein, con una historia que se remonta a unos 900 años. Wallerstein fue elegida sede de la familia en el siglo XVII y sigue siendo el centro de los asuntos principescos hasta la actualidad. El príncipe heredero Carl-Eugen y su esposa, la princesa Ana, dirigen la cervecería, las operaciones forestales, la venta de bebidas, el bosque de Ruhewald y las demás empresas bajo el patrocinio de la familia Oettingen-Wallerstein. Este equipo insuperable, compuesto por cinco hijos, trabaja con diligencia a diario para continuar el legado de sus antepasados. Cargan con la responsabilidad de más de 30 generaciones, un yugo que llevan con soltura, gracia y alegría de vivir.
La cervecería es una joya de la corona del principado: se encuentra dentro de los venerables muros del Antiguo Castillo en el Schlossberg, que domina el pequeño pueblo. Además de instalaciones cerveceras de vanguardia y la tecnología más avanzada, encontrará reliquias de épocas pasadas: hermosas ollas de cobre que aún se conservan y utilizan, y una bodega de roca donde se añejó la cerveza hace cientos de años. En Wallerstein, se centran en una combinación inigualable de tradición y modernidad. Combinan la artesanía tradicional y recetas transmitidas de generación en generación con conceptos contemporáneos, tecnología de vanguardia e ideas innovadoras. A pesar de todo el progreso, hay algo que se mantiene estrictamente: el disfrute es la prioridad y el valor que guía el trabajo diario en la cervecería. Las cervezas se elaboran con materias primas regionales, los maestros cerveceros son los mejores en su campo, la artesanía se basa en milenios de experiencia y cada paso se realiza con pasión y atención al detalle. El ritmo acelerado y frenético de nuestros tiempos no tiene cabida en la sala de cocción, ni en la bodega de fermentación. Lo bueno lleva tiempo, y Wallerstein lo sabe desde hace tiempo. Su selección de las mejores cervezas habla por sí sola. La gama principal se compone de creaciones cerveceras sencillas, licores destilados artesanalmente y una deliciosa mezcla de cola. Cada cerveza ha sido cuidadosamente desarrollada, elaborada con dedicación y diseñada para provocar un reconfortante "mmmm" en sus clientes.