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¡Bienvenidos a una pequeña lección 1.0 sobre cómo beber cerveza! Hoy todo gira en torno al vaso de cerveza. Y por vaso de cerveza no nos referimos al vaso en el que se encuentra actualmente la cerveza. Es cierto que la botella también está hecha de vidrio, pero no es capaz de extraer los mismos complejos aromáticos que un auténtico vaso de cerveza.
La forma más cómoda de consumir cerveza es beberla directamente de la botella. Eso es correcto. No obstante, te aconsejamos que pruebes tu cerveza favorita en un vaso destinado a tal fin. Te sorprenderá la magnitud hasta la que puede desarrollarse el sabor. Este efecto mágico no es en absoluto magia, sino pura física. Dependiendo de la marca y el estilo de la cerveza, se requiere una forma, un grosor y una calidad del vaso diferentes. Las diferentes formas de copa resaltan diferentes aspectos de los aromas. Algunos vasos tienen una estructura fina en el fondo que permite que el dióxido de carbono burbujee constantemente. Verás, no todo el vidrio es igual y menos una botella.
¡Hazte un favor y pruébalo tú mismo! El vaso adecuado mejora el disfrute de la cerveza y te eleva a niveles cerveceros que nunca antes habías experimentado. Disfrutará especialmente de las ya aromáticas cervezas de Sakiškių alus y del vaso a juego de la cervecería.
¡Fuegos artificiales de sabor, prometidos!