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Las fresas son un regalo del verano. Literalmente nos endulzan la estación cálida y decoran mesas de café, menús y platos de postre en mayo, junio y julio. Nos encantan los frutos rojos en todas sus formas, pero uno de nuestros favoritos es el pastel de fresas de la abuela. La base es un bizcocho celestial y aireado, tan ligero y esponjoso, como si estuviera horneado a partir de nubes. Sobre estos pasteles, que huelen a vainilla y amor, se colocan capas de fresas ligeramente azucaradas del jardín. La fruta todavía está caliente por el sol del verano y tan madura que el jugo rojo y dulce se filtra en la base del pastel. Un vertido brillante completa la obra de arte, que se sirve con una taza de café y una generosa cucharada de crema.
Nos gusta la cerveza de fresa al menos tanto como el pastel de fresa. Cualquiera que arrugue la nariz críticamente debería probar la composición de bayas de BrewDog: su batido de fresa es una India Pale Ale cremosa aromatizada con un camión lleno de fresas frescas. Gracias a la adición de lactosa y fruta, la cerveza tiene la consistencia y el maravilloso sabor de un batido de fresa y es el regalo perfecto para el verano. Combina de maravilla con las temperaturas cálidas y en invierno nos lleva a climas más cálidos y hermosos para pasar unos momentos preciosos.
Agua, malta de cebada , malta de trigo , copos de avena , 10% fresas, lactosa , lúpulo, levadura.