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Las cervezas trapenses de Bélgica son una especialidad muy especial que están protegidas con un sello de calidad. Sólo un pequeño número de cervecerías en todo el mundo tienen el honor de llevar este sello y poder llamar a sus cervezas “cervezas trapenses”. La Brasserie Rochefort de Bélgica lleva con gran orgullo el sello trapense y produce cervezas que no sólo tienen un sabor excelente, sino que también provienen de una larga tradición cervecera.
El número 10 de la gama tradicional de Brasserie Rochefort se desarrolló en 1952, cuando la cervecería se modernizó y adaptó a los estándares de las cervecerías comerciales. La cerveza de fiesta debe tener un carácter especial y ser diferente según la ocasión. Para ello se añadió azúcar de roca a la receta. Desde entonces, para producir Rochefort Trappistes 10 se utilizan dos tipos diferentes de malta, nuestra propia cepa de levadura y dos tipos de lúpulos aromáticos.
La cerveza sin filtrar fluye dentro del vaso con un tono cobrizo profundo y oscuro y forma una pequeña y estable espuma. Un maravilloso popurrí de aromas surge de la espuma cremosa de color marrón avellana. En nariz, frutos negros secos, caramelo suave y toffe se combinan para formar una mezcla seductora que te hace querer tomar el primer sorbo. En boca, la cerveza belga es compleja y con mucho cuerpo, como ya se desprende del aroma. Hábilmente equilibrado, ricas notas de malta y un fino amargor de lúpulo miman el paladar. El contenido de alcohol del 11,3% se integra hábilmente en una cornucopia de sabor aromático.
¡Esta cerveza es un poema!
Agua, malta de cebada , cereales crudos, lúpulo, levadura, azúcar.