Aunque durante años bebimos nuestra cerveza simplemente en botella o en lata y la disfrutamos estupendamente, hace algún tiempo que nos metimos en el vaso. Solíamos pensar que sólo los sinvergüenzas bebían el jugo de cebada en vasos, pero hoy hemos reconocido los beneficios y no lo haríamos de otra manera.
La primera ventaja es el componente óptico: en lugar de permanecer oculto detrás de un vidrio o metal marrón, el color de la cerveza se muestra en todo su esplendor cuando se vierte la gota en un vaso. Además, sólo así se forma la corona de espuma que, con su aroma, textura cremosa y apariencia, definitivamente debería formar parte del placer de beber. El vaso también tiene un efecto positivo sobre el aroma. Los matices aromáticos pueden desarrollarse mejor en la copa. La cerveza puede respirar, como el vino decantado, y el borde del vaso con una forma ideal puede garantizar que la bebida llegue exactamente a los lugares correctos de la lengua. Un buen vaso favorece la mano, se mantiene estable sobre la mesa y presenta nuestra cerveza favorita de la mejor manera.
Una excelente candidata para una amplia gama de estilos de cerveza diferentes es la taza Brewhouse de la cervecería Vulkan. La forma que se abre hacia arriba transporta la cerveza a la boca de forma agradable y eficaz y además es muy cómoda y ligera en la mano.