En sentido estricto, una "Landbier" (cerveza campestre) no es un estilo cervecero específico, sino un término colectivo para cervezas sencillas, sencillas y fáciles de beber. Una "Landbier" (cerveza campestre) destaca por su carácter equilibrado y sabe igual de bien con un refrigerio sustancioso que con la tarta de manzana recién horneada de la abuela, o incluso sola. Calma la sed sin ser demasiado exigente ni excesivamente profunda. Su elegancia reside en su simplicidad y franqueza, y su triunfo en el delicioso equilibrio entre el grano suave y el lúpulo fresco y especiado.
La Holzhauser Landbier encaja perfectamente en este esquema y ofrece lo que esperamos de una representante de su género: un disfrute de la cerveza sencillo y sin pretensiones.
La cerveza fluye en el vaso con un decorativo color dorado antiguo, con un ligero toque de turbidez. Una pequeña corona de espuma blanca y densa completa el conjunto a la perfección. Un delicado aroma a pan recién horneado y bizcocho dulce se extiende por la nariz, abriendo el apetito. El primer sorbo revela una textura sedosa que aporta al paladar la cremosa dulzura del caramelo, la malta ligeramente tostada y los frutos secos tostados. El lúpulo aporta un agradable amargor que combina a la perfección con el picante y el dulzor del grano. La Holzhauser Landbier es una delicia refrescante para después del trabajo, para empezar el fin de semana, para las acogedoras tardes de domingo, para las barbacoas y para cualquier momento.
Agua, malta de cebada , lúpulo, levadura.