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Además de su gama de cervezas de calidad, la cervecería Störtebeker de Stralsund también ofrece una pequeña selección de licores de calidad. Uno de los manjares más populares entre los licores fuertes es, sin duda, el whisky de pura malta.
La especialidad se elabora en la isla de Rügen. La base son cervezas seleccionadas y maltas especiales, que garantizan un sabor equilibrado. Después de la destilación, el whisky se envasa en barriles de madera. El equipo eligió barricas de roble para almacenarlas durante varios años. Provienen de Francia y son particularmente aromáticos. A medida que madura, el cálido color miel y el complejo sabor del destilado se profundizan. El aroma adquiere notas terrosas de madera, así como toques de coco y vainilla. Para añadir un toque culinario al perfil gustativo, el whisky se vierte después de dos años en otro barril: el llamado barril Coopers Reserve está hecho de dos tipos de madera y ofrece un espectro de aromas completamente diferente. La combinación de roble americano y francés se tuesta sobre fuegos de roble y se prende fuego durante unos momentos para extraer el máximo sabor de la madera. Este paso final dura un año y aporta al whisky notas cremosas de miel y un suave bouquet de roble.
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