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La cerveza es un bien cultural y es una de las tradiciones que mantenemos con dedicación y pasión. En Baviera, beber cerveza se asocia a toda una actitud ante la vida: la alegría de reunirse con los seres queridos en verano en la taberna al aire libre o en la bodega y comer con ganas mientras se charla, las discusiones y debates de los jueves en los locales habituales. ' mesa, el olor del bistec a la parrilla y de las Bratwurst, celebraciones como Kirchweih o Carnaval, en las que flotan en el aire los tentadores olores del algodón de azúcar, de la bollería recién hecha y de la caballa y la festiva cerveza elaborada especialmente para la respectiva ocasión invita a brindar, una copa antes de dormir en el abarrotado bar de tu cervecería favorita o la agotadora Cuaresma, en la que no apetece rendirse por la buena cerveza bock.
La cerveza es nuestro elixir de la vida y es más divertido cuando disfrutarla incluye el olfato, la apariencia, el sonido y el sabor. La forma óptima de degustar adecuadamente una cerveza es con un vaso adecuado. Para todo tipo de cervezas abundantes y sencillas, recomendamos la taza de cristal Isar Seidl de Ayinger. La jarra con un estampado elegante presenta la cerveza en todo su esplendor, deja espacio para que se desarrollen los aromas, exuda magníficamente el aroma y al brindar suena como una cervecería al aire libre.