Aunque existe un dicho popular que dice: “Cerveza con vino, déjalo”, no conocemos ninguna sabiduría que prohíba mezclar cerveza y vino. Sin embargo, no deberías simplemente mezclar un extraño cóctel de medio litro y trigo. ¡Preferiríamos dejar que los profesionales se pusieran manos a la obra!
El maestro cervecero David Hertl proviene de una familia de enólogos y ya ha creado varias creaciones que combinan lo mejor de ambos mundos. Este cervecero excepcional sabe combinar como ningún otro la magia de la uva con la magia del lúpulo. Su última cerveza fue creada en colaboración con Markus de la bodega Meier Weinerlebnis en Ulsenheim. El enólogo trajo un excelente Riesling a la sala de cocción y David preparó de él la llamada Riesling Sour Ale. Su Saurer Franke tiene un impresionante contenido de alcohol del 7,0% y combina la jugosa acidez de las uvas blancas con cereales con mucho cuerpo y lúpulos nobles. A diferencia de las cervezas ácidas convencionales, esta bebida no tiene gas, sino que envuelve la lengua con la misma textura sedosa que un vino blanco.
El vino utilizado es de primerísima calidad y está elaborado a partir de uvas que han sido cultivadas según la filosofía de la agricultura ecológica, libre de fertilizantes artificiales y contaminantes. ¡Bueno para el suelo, bueno para los insectos y bueno para ti!
Cerveza (agua, malta de cebada , lúpulo, levadura) + vino, contiene sulfitos