Mientras que el café, el té, el cacao y el chai saben mejor cuando se beben calientes, la cerveza sabe mejor cuando está fría. Se puede debatir cuál es la temperatura perfecta para beber cerveza, pero a la mayoría de la gente le gusta el jugo de cebada cuando está entre seis y ocho grados centígrados. Esta temperatura se aplica principalmente a cervezas ligeras con un carácter fino o versiones sin alcohol. Algunos ejemplos más oscuros se sirven un poco más calientes porque la variedad de sabores se desarrolla mejor a temperaturas más altas. Como regla general: cuanto más fuerte es la cerveza, más caliente se puede beber. Las cervezas belgas, por ejemplo, son más aromáticas cuando se calientan a unos 14 grados centígrados.
Para que tu cerveza tenga la temperatura perfecta mientras viajas y puedas disfrutar de todo el espectro de lúpulo y malta, te recomendamos nuestro termo de acero inoxidable. Gracias a su ingenioso diseño, el recipiente mantiene estable la temperatura durante mucho tiempo y evita que el calor de tu cuerpo se transfiera al jugo de cebada cuando lo transportas. El termo está decorado con nuestra elegante ola de cerveza y garantiza que nunca más tendrás que beber cerveza (demasiado) caliente cuando estés en el jardín, pescando, viendo fútbol o haciendo senderismo. Este práctico aparato tiene una capacidad de 280 mililitros.
Die Bierothek®
