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De la cervecería directamente al vaso: la cerveza de bodega naturalmente turbia y sin filtrar de la cervecería Karlsberg se refina en la propia bodega de la cervecería una vez finalizado el proceso de elaboración. En paz y tranquilidad, esta fina cerveza madura hasta alcanzar su máximo esplendor y finalmente se convierte en una magnífica cerveza de bodega. Tan genial que recibió el premio a la Mejor Cerveza del Mundo en 2021 y ese no es ni mucho menos el único premio que ha ganado esta maravillosa cerveza en concursos nacionales e internacionales.
El cazador de trofeos se presenta en la copa con un tono miel densamente turbio y está adornado con una corona aireada de espuma blanca como la nieve. Desde su esplendor de poros gruesos, sube a la nariz un seductor aroma a masa de levadura especiada, hierba recién cortada, grano bañado por el sol y paja dorada. El sabor inicial es maravillosamente redondo y convence con una sensación en boca suave y sedosa. En la lengua se asientan notas limpias y claras de malta y lúpulo herbáceo, antes de que notas de trenzas de levadura recién horneadas, hierbas de pradera y cítricos picantes mezclen hábilmente los aromáticos. Un amargor delicadamente equilibrado acompaña el disfrute de la cerveza. A la sección media bien equilibrada le sigue un final amargo a lúpulo con notas de paja fragantes y levadura delicadamente especiada.
La cerveza de bodega de Karlsberg es una creación cervecera que se caracteriza por su carácter auténtico y su sabor tranquilo y sencillo.
Agua, malta de cebada , extracto de lúpulo, levadura.