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La cerveza de trigo es una maravilla en sí misma: un aroma embriagador de trenzas de levadura recién horneadas, plátanos maduros con motas marrones y clavos navideños se combina con una sensación en boca maravillosamente cremosa y un fuerte sabor a cereales, plátano, especias calientes y levadura. Sin embargo, algunos cerveceros llevan la cerveza de trigo al extremo y elaboran con ella una Weizenbock.
Del tranquilo pueblo de Mönchsambach procede un Weizenbock especialmente sabroso y armonioso. La cervecería Zehndner elabora aquí desde hace casi un siglo una maravillosa cerveza y ya no sólo abastece a los franconios. Una de sus creaciones más populares es su Weizen-Bock. Esta cerveza fuerte y realista tiene un enorme contenido de alcohol del 7,0% en el vaso y aparece en un grano dorado veteado de levadura. El aroma del pan de plátano recién horneado se eleva desde la majestuosa corona hasta la nariz y se combina con clavo y levadura. Los toques de lúpulo, hierbas, vainilla y pimienta blanca le dan a la cerveza ese algo especial y te entusiasman al beberla. El primer sorbo es un golpe directo: notas de masa de levadura que se eleva al sol, cereales y plátano dulce atrapan el paladar. Poco a poco se van añadiendo clavo, ralladura de cítricos, notas de hierbas amaderadas y hierba. Además del suave dulzor, el Mönchsambach Weizen-Bock presenta una acidez elegante y un amargor armonioso.
¡Una cerveza bock magistral!
Agua, malta de trigo , malta de cebada , lúpulo, levadura.