La cerveza artesanal y el café son dos áreas que se han desarrollado y especializado en paralelo durante los últimos años. La cerveza industrial con cáscara y el café filtrado agrio se han enfrentado a una competencia sofisticada: las especialidades elaboradas a mano a partir de una variedad de lúpulos y maltas han conquistado el mercado y también se ha multiplicado la selección de tipos de café, tostadores y métodos de preparación.
Establecemos este paralelo entre dos bebidas muy diferentes porque cada vez más cerveceros artesanales de todo el mundo están empezando a probar el café. Las colaboraciones entre tostadores de café y cervecerías están surgiendo como hongos, brindándonos creaciones que combinan lo mejor de ambos mundos.
Una de estas creaciones integrales es Baltic Barista, un café portero fruto de la colaboración entre la cervecería berlinesa BRLO y The Barn, una tostaduría de la capital especializada en granos de café procedentes de cultivos sostenibles y comercio justo. Para su elaboración conjunta, el dúo eligió la variedad de frijol etíope Chelbesa: este tueste de espresso evoca en la cerveza notas de chocolate, arándanos y azahar y armoniza excelentemente con la bebida maltosa. El café recorre como un hilo marrón caoba toda la experiencia cervecera y se refleja en su color, aroma y sabor. El fuerte carácter tostado y el aroma del moca recién hecho se acompañan de notas de caramelo delicadamente derretido, vainilla exótica, un toque de chocolate con naranja y un sutil amargor.
Agua, malta de cebada , café, lúpulo, levadura.