Esta pequeña historia de Estonia es una verdadera historia de éxito. Lo que comenzó como un proyecto privado de cuatro cerveceros caseros y aficionados a la cerveza pronto se convirtió en un proyecto importante. La excelente cerveza de los estonios tuvo tanto éxito con unas ventas que superaron todas las expectativas, que desde su fundación en 2011 han tenido que aumentar y ampliar su capacidad de elaboración varias veces. ¡No hay problema para los chicos de Tallin!
Para rendir homenaje a sus raíces estonias, se inspiraron en la impresionante naturaleza y la cocina del país. Su dedicación se refleja tanto en la lista de ingredientes de sus cervezas como en el diseño de las etiquetas. Magníficos paisajes y estructuras abstractas de origen orgánico adornan las botellas; combinadas con el logotipo minimalista, llaman la atención. Y el diseño no promete demasiado: sus favoritos del público, como el Öö Imperial Baltic Porter o el Uus Maailm, contienen sólo los mejores ingredientes, pero también mucho sabor. Por cierto, la etiqueta Must Kuld llama especialmente la atención: el experto botánico notará inmediatamente el grano de malta oscuro, mientras que todos los demás mirarán con los ojos muy abiertos algo que se parece mucho al área púbica femenina. Naturaleza pura en todos los sentidos.