Un artista y un cervecero elaborando cerveza juntos. Esto sólo puede ser bueno, ¿verdad? En cualquier caso, nos entusiasman las cervezas de Omnipollo, que son creativas por dentro y por fuera. El diseñador gráfico Karl Grandin es responsable del elegante diseño de la cerveza, y el cervecero Henok Fentie es responsable de la excelente cerveza. Juntos forman un equipo imbatible y demuestran que los suecos pueden hacer algo más que muebles baratos que nadie quiere montar.
Arte, no basura
No es inusual que los cerveceros hagan cerveza, pero es más inusual que los artistas se aventuren en el mundo de la cerveza. Karl Grandin, artista comprometido y expuesto internacionalmente, se ocupa, entre otras cosas, de la eficacia de los símbolos y su uso en los medios modernos. Su pasión por los gráficos minimalistas y las estructuras reducidas de flora y fauna se reflejan en las etiquetas de las cervezas. Junto con Henok Fentie, Karl quiere revolucionar el mundo de la cerveza. Artistas y cerveceros quieren explorar los límites de la cerveza y ampliar los horizontes de los bebedores de cerveza. Como cervecero ambulante, Henok viaja por todo el mundo y las impresiones que deja en todos los rincones del planeta se reflejan en sus creaciones cerveceras. Se inspira en encuentros y experiencias y elabora cerveza de una manera más creativa y especial que casi cualquier otra persona. Viajar e intercambiar ideas con otros cerveceros es una fuente de inspiración incomparable para Henok.
Como era de esperar, la etiqueta con la carita sonriente que se relame con anticipación trae al mercado cervezas muy inusuales. El Noa Pecan Mud Cake, por ejemplo, está inspirado en el sueño de infancia de Henok: cuando tenía 12 años, el sueco no quería ser cervecero, sino pastelero. Favoritos como el León o el Zodiak , que tienen extraterrestres y ovnis en la etiqueta, no son menos creativos. Las cervezas Omnipollo son obras de arte bien pensadas que destacan entre la multitud gracias a su diseño moderno y sus extraordinarias composiciones gustativas.