La cervecería Mönchshof es una auténtica institución en la zona de Kulmbach. Las botellas con la típica tapa abatible se encuentran en todos los estantes de cerveza y en innumerables pubs, bares y restaurantes se ofrecen sus cervezas. Por el nombre y los amables caballeros con tonsura, túnicas verdes y jarras de cerveza en el logo de la cervecería se puede ver que los monjes desempeñan un papel importante en esta empresa tradicional.
Las especialidades cerveceras de Mönchshof se remontan al año 1349: entonces se construyó el monasterio de Kulmbach y se sentaron las bases de la historia cervecera de la ciudad. La abadía formaba parte de la propiedad del monasterio cisterciense de Langheim y comenzó a elaborar cerveza poco después de su fundación. Los monjes elaboraban cerveza tanto para uso propio como para la venta. En aquella época, todos los ingresos se destinaban al mantenimiento del monasterio, al apoyo de los monjes y a buenas causas. La elaboración de cerveza también se consideraba un equilibrio físico para la oración diaria. Hasta principios del siglo XIX, los monjes elaboraban la mejor cerveza y desarrollaban un amplio repertorio de recetas sofisticadas. En 1803 el Mönchshof fue secularizado y desde entonces perteneció al estado. Casi 50 años después, Erhard Ender compró la finca y construyó la primera maltería y cervecería oficial. La empresa cambió de manos varias veces hasta que fue inscrita en el registro mercantil en 1885. La cervecería atrajo la atención internacional en 1888, cuando recibió un premio de alto nivel por su cerveza en la Exposición Universal de Bruselas. Siguen muchos otros premios. Mönchshof sobrevivió a ambas guerras mundiales sin daños catastróficos y, gracias a sus éxitos, pudo emprender cada vez más modernizaciones y ampliaciones. La conocida tapa abatible se introdujo en el año 1998 y desde entonces es la marca registrada de la cervecería. Hoy en día es imposible imaginar el mercado internacional de la cerveza sin Mönchshof.
A pesar de la introducción de la tecnología más moderna, la cervecería sigue basándose en la tradición cervecera de sus antepasados: recetas probadas se transmiten de generación en generación y los cerveceros aprovechan la gran experiencia de sus predecesores. Cada día, el equipo pone su corazón y alma en producir las mejores creaciones de cerveza. Desde la elección de las mejores materias primas regionales hasta el embotellado, cada paso se lleva a cabo en la cervecería. Sólo así Mönchshof puede garantizar la extraordinaria calidad y el excelente sabor de cada botella de cerveza. La icónica tapa superior abatible añade un componente acústico al disfrute de la cerveza y añade un toque alegre al placer de beber. Todas las cervezas de Mönchshof se elaboran según las especificaciones de la Ley de Pureza de Baviera de 1516. La gama se compone de finos clásicos de Franconia con carácter y alma.
Kulmbacher Brauerei AG
Lichtenfelser Straße 9
95326 Kulmbach
Deutschland