Alemania alberga algunas de las cervecerías más antiguas del mundo, algunas de las cuales tienen siglos de historia y han soportado innumerables turbulencias. Para sobrevivir hasta el día de hoy hubo que superar la escasez de materias primas, dos guerras mundiales, incendios y todo tipo de desafíos. Una de estas instituciones tradicionales es el Arcobräu de la ciudad bávara de Moos.
La turbulenta historia de la cervecería comienza con la primera mención documentada en 1567. En aquel momento, Johann Albrecht von Preysing se hizo cargo de la cervecería del castillo de manos de su suegro Stephan Trainer. Manejó la fortuna de la cervecería hasta 1619, cuando ocurrió el primer gran golpe del destino. Toda la cervecería y el castillo adyacente fueron destruidos por el fuego. Un descendiente de Johann inició la reconstrucción. Pasaron 17 años hasta que el complejo del castillo fue completamente restaurado. A finales del siglo XVIII se fusionaron dos cervecerías locales. El edificio se encontraba en el mismo solar que la actual cervecería. En 1826 se elaboró la primera cerveza de trigo en Moos y poco a poco se fue introduciendo la tecnología más moderna. En una larga sucesión de condes de Preysing, Maria Theresia, condesa von und zu Arco-Zinneberg, se convirtió en 1940 en la primera mujer al frente de la cervecería. Sus descendientes todavía controlan hoy la fortuna de los Arcobräus: el actual propietario es el conde Riprand von und zu Arco-Zinneberg.
La pequeña cervecería del castillo se ha convertido en una gran empresa que el conde dirige con responsabilidad y pasión. Es importante que toda la plantilla respete las raíces y la tradición de larga data de la empresa. Sin embargo, no son reacios al progreso: en Arcobräu, la artesanía tradicional se une a la última tecnología y conceptos contemporáneos. La cerveza refleja maravillosamente esta filosofía y es una mezcla heterogénea de estilos clásicos elaborados con pasión y buen ojo para la calidad y el sabor. Como cervecería privada, Arcobräu tiene pleno control sobre las materias primas y elige productos regionales a la hora de comprar cereales y lúpulo. El agua se extrae del pozo profundo de la cervecería y la levadura procede de nuestra propia cría. La cervecería trata a sus semejantes, a su tierra natal y al medio ambiente con respeto y respeto, ¡y lo hace desde hace más de 450 años! Además de la mejor cerveza, la cervecería se siente comprometida con su tierra natal y con sus creaciones y su incansable compromiso contribuye de forma valiosa a la animada vida social en Moos y sus alrededores.
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