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Como principiante en lo que respecta a la cerveza, a veces te preguntas a qué se debe todo este revuelo sobre los vasos de cerveza. La cerveza está embotellada o enlatada y se puede beber maravillosamente en ella.
Verdadero. Sin embargo, para nosotros no se trata de beber, sino de disfrutar. Sin duda puedes disfrutar de una cerveza directamente de la botella o lata, pero te estás privando de algunos de sus componentes. Aunque creas que el color de la cerveza no influye necesariamente en el sabor, no puedes negar que el ojo también bebe. Durante una comida deliciosa, la alegría comienza cuando el plato bellamente dispuesto está sobre la mesa, lo mismo se puede decir de una cerveza hábilmente servida, de color ámbar brillante y con una impresionante espuma. Por supuesto, puedes beber la cerveza sin mirar, pero aumenta la anticipación y es simplemente divertido. Lo mismo se puede decir del aroma que surge del máximo esplendor de la cerveza: también se eleva una chispa de aroma de la lata, pero el vaso presenta la imagen olfativa completa. El olfato contribuye significativamente al sabor, por eso el vaso merece la pena.
O una jarra. ¿Qué tal, por ejemplo, las preciosas tazas de cristal de la cervecería de Franconia Hummel?
Brauerei Hummel
